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Belle Gibson: La influencer que mintió sobre tener cáncer

Un nuevo documental de la BBC, Bad Influencer: The Great Insta Con, narra la caída de una de las primeras “superinfluencers” de Instagram, contada a través de las voces de quienes la admiraron, siguieron e incluso intentaron imitar su estilo de vida. El inicio del engaño
En 2013, Kylie, una joven australiana que llevaba seis meses sometida a intensos ciclos de quimioterapia por un linfoma recién diagnosticado, escuchó por primera vez el nombre de Belle Gibson. Una rápida búsqueda en internet la llevó al perfil de una bloguera de bienestar con más de 300,000 seguidores. Sus publicaciones estaban llenas de comentarios de admiración. “Belle era hermosa, exitosa e inspiradora para tanta gente”, recuerda Kylie. “Ella era la meta, la imagen de lo que todos querían alcanzar”. En su biografía digital, Gibson relataba que, tras recibir un diagnóstico terminal de cáncer cerebral, había logrado curarse gracias a la alimentación saludable. Mientras Kylie enfrentaba la pérdida de cabello y procedimientos dolorosos como la punción lumbar, Belle compartía recetas que prometían una vida libre de cáncer. “Pensé que quizá ella tenía razón y yo estaba haciendo todo mal”, confiesa Kylie. El auge de un ícono del bienestar La industria del bienestar se expandía rápidamente en esos años, con un valor estimado en billones de libras a nivel mundial. Belle aprovechó la ola, convirtiéndose en la cara visible de un estilo de vida que promovía la autosanación a través de la nutrición. Su libro The Whole Pantry fue publicado por Penguin y su aplicación obtuvo el respaldo de Apple. Inspirada por ese relato, Kylie abandonó la quimioterapia para seguir las pautas de Belle. “Ella estaba en revistas, en la televisión, en todos lados. Confié en ella”, recuerda. La verdad sale a la luz Pero en 2015, todo comenzó a desmoronarse. Una investigación periodística reveló que Belle no había cumplido sus promesas de donar parte de sus ganancias a organizaciones benéficas. La duda pronto se extendió a su supuesto diagnóstico de cáncer. En 2017, un tribunal australiano la declaró culpable de cinco violaciones a la ley de consumo por engañar a sus lectores y la multó con 240,000 libras. El juez incluso sugirió que Belle podría haber sufrido delirios sobre su propia salud. Las víctimas del mito Maxine, una joven británica diagnosticada desde la infancia con colitis ulcerosa, también cayó bajo la influencia de Belle. Cansada de tratamientos médicos y con una autoestima golpeada por los efectos secundarios de los esteroides, encontró en The Whole Pantry una supuesta alternativa natural. Dejó sus medicamentos, adoptó una dieta restrictiva y pronto su salud se deterioró gravemente. “Perseguía una perfección imposible. Cuanto más enferma estaba, más me culpaba por no comer lo suficientemente limpio”, relata. Cuando Belle aseguró en Instagram haber desarrollado más tipos de cáncer en distintos órganos, algunos seguidores comenzaron a cuestionar su historia. Para Maxine, fue un golpe de realidad: “Nosotras éramos vulnerables, y la industria del bienestar se aprovechó de eso”. El costo del engaño Kylie describe sentirse traicionada: “¿Quién inventa algo así?”. Finalmente retomó la quimioterapia y hoy se encuentra en remisión. Maxine, por su parte, aprendió a desconfiar: “El bienestar vende un relato construido sobre la explotación. Se presentan como interesados en tu salud, pero en realidad venden miedo y mentiras”. El caso de Belle Gibson se convirtió en un ejemplo temprano de desinformación en redes sociales, mucho antes de que términos como “fake news” fueran de uso común. En 2021, las autoridades australianas comenzaron a confiscar sus bienes por no haber pagado la multa impuesta. El documental Bad Influencer: The Great Insta Con ya está disponible en BBC iPlayer.

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